Recomendaciones, decálogos, recetas… ¡Haga usted esto y será un líder efectivo! ¡Cuide esto y su equipo será de alto rendimiento! ¡Haga esta práctica cada día! ¿Management “milagro”? Vete a saber… ¿A quién atender? ¿Cómo manejarme?
Pues va a ser que no es sencillo responder a todas estas preguntas. Al final, se suele imponer el pragmatismo y las personas con responsabilidad en liderar equipos resuelven con un “a mí me va bien con esto”, “en mi organización nos va bien con esto”…
Resulta relevante saber si ese “me va bien” o “nos va bien” significa que “nos va lo mejor que nos podría ir, porque damos todo y ponemos toda la carne en el asador, tanto personalmente como en equipo, para lograr los resultados que queremos y compartimos”. Muchas cosas importantes de las causas de las organizaciones se decantan en la contribución de las personas y en como son capaces de trabajar juntas. Hemos experimentado varias veces que una buena plantilla no garantiza un buen equipo, aunque hay que reconocer que ayuda.
¿Te entran dudas ahora? Es posible que pienses algo así: “me va bien, pero no tengo la certeza de que me va todo lo bien que necesitaría mi organización, mi causa”.
Coaching de equipos
En como una persona con responsabilidad en liderar equipos enfoca la resolución de esta incertidumbre se muestra un talante personal, un posicionamiento personal respecto a intangibles que marcan la diferencia entre personas, equipos y organizaciones. ¿De qué hablo? De la ambición (entendida como algo positivo), de la aversión al riesgo, de una genuina orientación a la mejora, del inconformismo con como se articula la realidad…
¿Cuál es tu “talante por defecto”, el que te sale espontáneo si no te paras a escucharte un poco a ti misma? ¿Cuál es la cultura de tu organización respecto a estos intangibles? ¿Sois conformistas, inquietos, atrevidos, cómodos…? ¿Lo deseáis? ¿Os lo podéis permitir?
Para líderes inconformistas que quieran más de sus equipos de trabajo, que les apasione la ambición de ser mejores y explorar terrenos nuevos, el coaching de equipos abre ventanas de oportunidad. No obra milagros, pero obtiene resultados efectivos si el proceso se desarrolla adecuadamente y es real. Si es de verdad. Lo sabemos porque lo hemos visto, porque lo hemos experimentado.
¿Equipo?
No cualquier agrupación de personas que trabajan juntas es un equipo. Hace falta algo más que un interés compartido. Hace falta una visión compartida, una complementariedad de roles para el desempeño de lo que es preciso hacer para lograr los objetivos comunes. Exige compromiso, visión, trabajo, responsabilización por los objetivos compartidos…
¿A qué equipos perteneces en tu organización? ¿Cuántos equipos hay en tu organización? ¿Hay grupos, pandillas, cuadrillas, bandas…? ¿Se cuidan y entrenan los equipos en los que participas? ¿Cuándo habláis de cómo os va como equipo, más allá de las tareas en las que os encontráis?
Diagnóstico de un equipo
Una de las primeras intervenciones de un coaching de equipos consiste en calibrar la efectividad del equipo, con el propósito de que sus integrantes tomen conciencia de su momento y de sus retos para ser mejores.
En esta fase se cuentan con diversas herramientas cuyo propósito habría de ser ofrecer oportunidades para abrir conversaciones entre los miembros del grupo sobre cómo mejorar como equipo. A veces no se emplean de esta manera…
Una sencilla herramienta de diagnóstico es la que ofrece Patrick Lencioni, consultor especialista en la optimización del trabajo en equipo y autor del conocido libro Las cinco disfunciones de un equipo.
Lencioni, en su experiencia en numerosísimas organizaciones, ha identificado cinco disfunciones que pueden darse en un equipo y que pueden comprometer su efectividad para el logro de los objetivos que se propone.
Son disfunciones conectadas entre sí y que se ordenan de una manera precisa: un mal funcionamiento en una de ellas lleva a incrementar la disfuncionalidad en las posteriores. Aquí están:
- Ausencia de confianza, o lo que es lo mismo pero en positivo, en un equipo cohesionado sus miembros confían unos en los otros. Todas las personas cuentan con que nadie se va a aprovechar de que un miembro se muestre vulnerable en el equipo: que diga que no sabe algo, que pida ayuda, que admita un error…
- Temor al conflicto, o lo que es lo mismo pero en positivo, en un equipo cohesionado sus miembros participan en conflictos por ideas sin filtrarlos. No son conflictos personales, sino debates y discusiones sobre cuál es la mejor opción en un proceso de toma de decisiones para alcanzar un resultado. Se toman decisiones eligiendo entre diversas opciones que se defienden con pasión. No se llega a consensos que son apaños construidos desde la falsa creencia de que es mejor que nadie se sienta mal.
- Falta de compromiso, o lo que es lo mismo pero en positivo, en un equipo cohesionado sus miembros se comprometen con decisiones y planes de acción. Los que han discutido apasionadamente aceptan que la propuesta elegida lo ha sido en un proceso productivo y legítimo, y defiende esa decisión fuera del equipo. Además trabajan con compromiso en su implementación y desarrollo.
- Evitación de responsabilidades, o lo que es lo mismo pero en positivo, en un equipo cohesionado sus miembros se responsabilizan mutuamente por el cumplimiento de esas decisiones y planes. Todos velan porque se cumpla lo acordado, recordando desviaciones, dando apoyos… No se mira arriba, a la persona responsable del equipo para dar cuenta. Se mira en 360 grados para velar porque todo fluya a favor del resultado que quiere el equipo.
- Falta de atención a los resultados, o lo que es lo mismo pero en positivo, en un equipo cohesionado sus miembros se centran en el logro de resultados colectivos. Cuando hay disfunciones graves en lo anterior, los miembros del equipo atienden más a sus intereses particulares, a su agenda, en vez de atender al resultado del equipo.
¿A que resulta interesante profundizar más, y sobre todo, conocer como está mi equipo al respecto y cómo mejorar? Te invito a leer y pensar a Lencioni. Hay disfunciones que pueden acabar en la defunción del equipo (menudo juego de palabras).
La efectividad de los equipos, sobre todo los de responsabilidad, influyen de una manera muy directa en el impacto de las organizaciones, en el desarrollo de su misión y contribución social. Conscientes de esto, Algalia promueve y facilita servicios para responder a estas necesidades.
El Programa VIRADA_EQUIPOS es nuestra propuesta para el fortalecimiento de equipos de dirección en entidades de economía social. Es la propuesta de Algalia y Fundación EDE. ¿Hablamos?
David Pereiro
Socio Consultor de Algalia Servicios para el Tercer Sector