Algalia, en colaboración con Fundación EDE, ha tenido el privilegio de acompañar el proyecto empresarial cooperativo de Raquel, Esther y Óscar: ALTAVOZ S. COOP. MADRILEÑA. Este proceso ha permitido a la principal herramienta de consultoría, la propia persona del consultor, aprender y seguir creciendo.
ALTAVOZ
Raquel, Esther y Oscar son jóvenes, y como muchos otros de nuestro país, se mueven y aprovechan los apoyos que encuentran a su disposición para poder forjar un futuro en el que tenga cabida un proyecto de vida.
Como otros muchos jóvenes preparados, son personas formadas en competencias técnicas para el desempeño de su trabajo (formación en derechos de las personas con discapacidad, traducción de textos a lectura fácil, evaluación de la calidad de vida, realización de proyectos de accesibilidad cognitiva…), y además se han aventurado a crear y desarrollar una empresa. Trabajar es una cosas, pero construir, poseer, una empresa es otra cosa.
Se han lanzado a cooperativizar su trabajo y están embarcados en la tarea de dirigir el futuro de su empresa, gestionar personal contratado, establecer colaboraciones con personas e instituciones, comercializar… En esto son inexpertos, ¿quién no lo es a su edad y con su bagaje? Pero disponen de lo esencial para progresar: saben reconocer que necesitan mejorar en algunas cosas, piden y aceptan apoyos, y aprenden rápido.
ALTAVOZ avanza próximo a su tercer año de trayectoria, interesante para una iniciativa de emprendimiento empresarial, insuficiente para hablar de consolidación del proyecto. Sus servicios se van perfilando, incorporando innovaciones que los hace únicos. Son buenos, los mejores, en lo suyo, y el cliente percibe el valor que les aporta sus servicios. La productividad va en aumento.
Su estructura se va asentando y se van consolidando relaciones y una cultura específica. La primera cooperativa de personas con discapacidad intelectual en España, avanza.
ALTAVOZ avanza porque Raquel, Esther y Óscar, con el apoyo de su socia voluntaria y el compromiso de su personal contratado, avanzan. El proyecto empresarial es importante y tensiona a las personas que forman parte de el para que den lo mejor de ellas mismas, más allá de los límites autoimpuestos o inoculados por terceros.
En este contexto es solicitada a Algalia y Fundación EDE una intervención de consultoría que ayude a “colocar” a todas las personas e instituciones en el proyecto, comenzando por la cooperativa, sus trabajadores y los colaboradores con los que cuenta para prestar sus servicios.
El trabajo iniciado en febrero de 2015 acaba de concluir en julio de este mismo año, y además de los entregables acordados, quedan en el haber de los participantes intangibles que contribuyen a que la cooperativa y las personas que forman parte de su proyecto sean más poderosas, tengan más capacidades para alcanzar sus objetivos.
¿Qué hemos aprendido?
Apropiándonos del enfoque de “comunicación para todos” que nuestros clientes nos reclamaban y que hemos ejercitado en este proyecto, apuntamos algunos aprendizajes:
- La comunicación para todos facilita la participación de todos.
- La comunicación para todos facilita la toma de decisiones de los participantes.
- En la comunicación para todos es más difícil hacer trampas y engañar a la persona con la que te relacionas.
- Una empresa llama a unos consultores porque necesita apoyo.
- Los consultores comienzan a trabajar y pasan cosas.
- Los consultores trabajan para ayudar a la empresa, y para ayudar han de escuchar lo que dicen las personas de la empresa.
- Los consultores se han de fijar en lo que las personas dicen y en lo que las personas callan cuando se habla con ellas.
- Los consultores se han de fijar en lo que dicen las personas y en cómo se mueven y que sienten las personas.
- Lo que los consultores acordaron al principio que se iba a hacer puede modificarse.
- Los consultores modifican lo que se hace para ayudar mejor a la empresa.
- Dos consultores trabajan mejor que uno solo. Dos consultores pueden ayudarse, pensar juntos, estar más atentos a lo que pasa en la empresa y escuchar mejor.
- Los consultores saben cosas sobre empresas, pero sobre la propia empresa los que más saben son los que trabajan en ella.
- Los consultores no deben creer que las cosas son como las ven. Han de hacerse preguntas y preguntar a más personas.
- Los consultores han de confiar en que las personas de la empresa saben hacer cosas bien y que quieren lo mejor para su empresa.
- Las empresas se montan para que las personas se sientan bien teniendo un trabajo y puedan ganar dinero para llevar la vida que quieran llevar.
Mucho ánimo y mucha suerte.
David Pereiro
Socio Consultor de Algalia Servicios para el Tercer Sector