En estas semanas en Algalia, en el marco de la nuestra reflexión estratégica, comparamos documentos de tendencias y desafíos del tercer sector elaborados por distintos participantes en el mismo: Fundación Luís Vives, Observatorio del Tercer Sector, ESADE, IESE, etc. El grado de coincidencia en el análisis de la situación y de construcción de los desafíos es bastante alto, aunque en algunos estudios si matizan o destacan aspectos específicos.
Sin ánimo de ser exhaustivos, queremos enumerar los siguientes:
- El desafío de la financiación.
- Se identifican problemas de captación de ingresos.
- Hay problemas de financiamiento ante los retrasos en los pagados por parte de la administración, para las entidades prestadoras de servicios.
- Hace falta mejorar el financiamiento propio, a avanzar en la diversificación de fuentes de ingreso.
- El desafío de la estrategia.
- Parece que en muchos casos se hará necesaria una revisión estratégica que reflexione sobre destinatarios, necesidades, territorialidad, servicios, base social, dimensión de la organización y relaciones con otras entidades con las que se comparte misión.
- El desafío de la comunicación y la transparencia
- Sobre todo de la comunicación con la sociedad a la que se sirve y da soporte. Hace falta incrementar la capacidad de comunicación.
- Resulta imprescindible avanzar en la transparencia y la rendición de cuentas.
- El desafío de la eficiencia en la gestión.
- Todos recomiendan mejorar la eficiencia de las organizaciones a través de herramientas de planificación, de gestión de la calidad, de la gestión económica.
- Se hace especial hincapié de la reducida implantación de nuevas tecnologías.
Resulta muy curioso que esta enumeración actual se corresponde con otras enumeraciones elaboradas durante la década del 2000 antes de la crisis desatada en el 2007. ¿Cómo interpretar esto? ¿Qué significa que básicamente los desafíos sean los mismos, tanto en un cambio de década en una coyuntura de crisis jamás experimentada por el sector no lucrativo, como en una época de “bonanza”?
En un primer momento semeja algo lógico, ya que muchos de los desafíos estaban basados en las debilidades de las organizaciones, por lo tanto en la medida en que en muchos casos esas debilidades no fueron emendadas, siguen apareciendo cómo cruciales en estos momentos. Esto puede llevarnos a pensar que en el momento actual hay una serie de acciones que cuando menos las podíamos definir cómo “claras” que hay que atacar.
¿Son fáciles de afrontar? La respuesta está en cada organización, en lo motivos que impidieron acometerlas en su momento. En todo caso podemos definirlas cómo claras, ya que sobre ellas existe conocimiento en el sector respecto a cómo atacarlas.
En un segundo momento podemos pensar que no están aflorando nuevos desafíos derivados de esta nueva situación porque aún no somos capaces de entender lo que está sucediendo. Es vieja la frase de que “un economista es aquel que predice lo que va a pasar, y luego te explica porque no pasó”. Eso tiene mucho que ver con las teorías que apuntan que estamos ante un cambio de modelo, y por lo tanto en un cambio en el papel del tercer sector. Como situar nuestra organización en este nuevo escenario, ya es mucho menos “claro”. Para facilitar un acercamiento en este ámbito creemos que ayuda comprender el funcionamiento del tercer sector en otros países.
¿Cómo abordar los desafíos “claros”? Avanzar de forma determinante, buscando la excelencia operativa en los procesos afectados. El factor tiempo, juega en contra. En muchos casos lamentablemente llegamos tarde y no será posible. Para estos desafíos precisamos un liderazgo muy operativo y ejecutivo. En algunos casos no tenemos mucho tiempo y merece la pena reflexionar en cómo ganar en eficacia en la adquisición de conocimiento organizativo. Tendremos que buscar entre diferentes sistemas, para saber cuál es el más oportuno en este momento.
¿Cómo abordar los desafíos “emergentes” derivados del previsible cambio de modelo? Precisamos visión, como suma de la suficiente apertura mental para soñar una situación distinta. También coraje para vencer las propias limitaciones y cargarse con la fuerza que nos transmiten nuestros destinatarios y colaboradores. Por último, capacidad de aprendizaje a través de las relaciones con todos los miembros de este sector y de otros sectores.
Celso Gándara
Gerente de Algalia Servicios para el Tercer Sector