Vamos a autoreferenciarnos sin disimulo… como si fuéramos un mal diccionario. O un mal investigador. O un narcisista irredento. Voy a retomar referencias recientes de este mismo blog.

Con Yo soy así, y así seguiré, ¡nunca cambiaré! Alaska regala al mundo un seductor mensaje de llamada a ser auténtico desde la espontaneidad. Si quieres cambiar, al menos de página, puedes ver más y buscar argumentos punkis para darle un zasca a ese propósito de lealtad a la rigidez.

Intentando observar el reverso tenebroso de la propuesta de fidelidad a los principios de Alaska, me pregunto si ¿Tenemos capacidad de elección? Al menos, aquí y ahora, puedes decidir si le das o no a ver más.

Un buen amigo me repite en estos días de redacción de posts en torno a contenidos de VIRADA: “David, ¿para quién escribes? Creo que tienes que ser más claro. ¿Qué quieres decir, en realidad? Tus referencias son de señor mayor, y tu forma de contar, con demasiadas subordinadas… ¡Ve al grano!”.

Como homenaje a Javier, me callo y cedo la palabra a los artistas, que dicen de forma sencilla cosas complejas. Aquí va la letra de la composición de Julio Numhauser interpretada por Mercedes Sosa.

Clicando en la imagen podrás escuchar  la canción en Youtube.

 

 

Todo cambia

Cambia lo superficial, cambia también lo profundo,

cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo.

Cambia el clima con los años, cambia el pastor su rebaño,

y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño.

 

Y el más fino brillante de mano en mano su brillo,

cambia el nido el pajarillo, cambia el sentir un amante.

Cambia el rumbo el caminante, aunque esto le cause daño,

y así como todo cambia, que yo cambie, no es extraño.

 

Cambia, todo cambia. Cambia, todo cambia.

Cambia, todo cambia. Cambia, todo cambia.

 

Y el sol en su carrera cuando la noche subsiste,

cambia la planta y se viste de verde en la primavera.

Cambia el pelaje la fiera, cambia el cabello el anciano,

y así como todo cambia, que yo cambie, no es extraño.

 

Cambia, todo cambia. Cambia, todo cambia.

Cambia, todo cambia. Cambia, todo cambia.

 

Pero no cambia mi amor, por más lejos que me encuentre.

Y el recuerdo, ni el dolor, de mi pueblo y de mi gente.

Y lo que cambió ayer tendrá que cambiar mañana,

así como cambio yo en esas tierras lejanas.

 

Cambia, todo cambia. Cambia, todo cambia.

Cambia, todo cambia. Cambia, todo cambia.

 

Si eres una atrevida, te invito a hacer algo friki. Vuelve a escuchar la canción, en esta ocasión con los ojos cerrados, y haciendo el ejercicio de identificar qué está cambiando en tu trabajo, en tu organización… y qué quieres salvar del cambio.

Si lo anterior es para ti de primero de frikismo, y tú eres una persona de nivel avanzado, pon esta música a tope en casa y baila como si no hubiera un mañana…

 

David Pereiro. Responsable de VIRADA.

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