Hace pocos días la Asociación para el Desarrollo Humano y Organizacional (DHO) invitó al psicólogo social Guillermo Fouce a iniciar una conversación para el Desarrollo Organizacional (DO) que tituló La gramática del miedo. Cómo opera el miedo en las personas y organizaciones.

En la conversación, Guillermo Fouce aportó su visión sobre esta emoción, describió sus características y dimensiones, y apuntó claves para ayudar a su gestión. A continuación, ofrecemos un resumen de su exposición.

Si quieres escuchar la exposición y la conversación a que dio lugar, al final añadimos el vínculo a la grabación, cortesía de la Asociación DHO. ¡Graciñas, por la iniciativa y compartir la actividad! Resérvate un rato, no tengas miedo. ¡Es más que recomendable!

 

 

Cierra los ojos y piensa en el miedo… Cuando lo nombramos, ¡no podemos dejar de pensar en él! El mundo gira en torno al miedo, creando un marco en el que nos desenvolvemos.

El miedo es una emoción fundamental del ser humano. Es un arma sumamente poderosa, y también sumamente peligrosa. Al nombrar el miedo, todos pensamos en él.

En los movimientos sociales, en las organizaciones, tiene poder quien define los conceptos. La clave es quien define, quien hace el marco de interpretación de la realidad, y el marco dominante de interpretación en el que nos movemos es el miedo. Esto hace que se establezca también un marco de respuestas dentro de ese marco.

¿Qué es el miedo?

El miedo es el marco lingüístico en que nos estamos moviendo en la sociedad y organizaciones. Es un miedo global. Pero, ¿qué es el miedo?

Es una emoción fundamental que contribuye a asegurar nuestra supervivencia, nos hace ser seres humanos, nos hace progresar como especie. Es aquello que se activa en nuestro interior emocionalmente para avisarnos de una amenaza que tenemos delante. Si no tuviéramos el miedo tendríamos un problema.

Esta emoción básica, universal, está en nuestro cerebro reptiliano y nos une a todos los animales. Nos permite reaccionar antes las amenazas con conductas diversas:

  • Huida.
  • Ataque.
  • Paralización.

Es también una reacción cultural. El miedo está lleno de interpretaciones, de expresiones. Está cargado de tradiciones y de historia. En estas dos últimas se ha utilizado como arma para el mal y buen gobierno. También como instrumento para la gestión organizacional.

¿De qué depende de que el miedo sea bueno o malo?

Depende de si la amenaza que tenemos delante es real o construida. De si ese miedo se mantiene en el tiempo o no. Aquí nos diferenciamos de los animales: somos capaces de construir miedos, imaginarlos, mantenerlos en el tiempo. Aquí influye la tradición, costumbre, religiones, cultura, historia, rumores, cuentos… que se nos trasmiten.

Por ejemplo, a veces nos esforzamos por hacer que los niños vivan sin miedo, y es preciso que aprendan a manejar el propio miedo. Para ello, hay que permitirse tenerlo. El miedo tiene una expresión individual dentro de un marco de interpretación social.

¿Cómo es el miedo en que vivimos?

Si el miedo es el marco de lenguaje dominante hoy en día, debemos de ver qué tipo de miedo es el que caracteriza este marco.

  • Zygmunt Bauman habla de miedo líquido.
    No sabemos bien a qué tenemos miedo, pero lo tenemos. Los miedos van relevándose y conectándose. No sabemos cómo responder a ellos, no tenemos un plan de acción.
    Ejemplo: prima de riesgo, economía, terrorismo… Lo relevante es que tengamos ese miedo permanente: vacas locas, efecto 2000, ántrax… Lo relevante no es lo que tenemos delante, sino el sentirnos permanentemente amenazados.
  • Eduardo Galeano habla de miedo global, generalizado. El miedo viene de cualquier lugar del planeta.
  • Naomi Klein habla de La doctrina del shock. Ver documental.
    El miedo hace que aceptemos cosas que no aceptaríamos en otras circunstancias y se utiliza para construir valores, plantear un estilo de vida neoliberal.
    Milton Friedman habla del “miedo como una oportunidad”, pero ¿para qué? En estado de shock es más fácil incorporar una serie de medidas: recortes de libertad y derechos.
    Ejemplos: inundaciones en Oklahoma, para privatizar servicios públicos; tsunami en Sri Lanka, para asfaltar de hoteles las zonas costeras; 11M, para recortar algunas libertades… FAES publicó un texto en que hablaba de “combatir la empatía”. En ese texto se defendía que cada cual se manejara individualmente para salir adelante.

Estando asustados es fácil tenernos divididos. Esto se explica en el documental de la BBC El poder de las pesadillas. Ver documental. Esto está operando en el mundo laboral: tener miedo a no tener trabajo o a perder el trabajo. El miedo se utiliza como arma de dominación

El miedo es un arma poderosa para construir un marco constante de incertidumbre. Esto tiene efectos secundarios importantes, por lo que es preciso combatir el miedo como estructura y forma de gestión.

 

 

¿Cómo se construye el miedo en qué vivimos?

  • Usando datos etéreos, cuestiones genéricas.
  • Usando imágenes impactantes, a veces manipuladas, que apelan a lo emocional. Hay que combatir el miedo desde la emoción. Desde la razón no se consiguen los mismos resultados.
  • Polarizando, generando grupos en conflicto que rivalizan por algo. Para construir esos grupos, se sesga la información: nosotros, buenos; ellos, malos. Es muy eficaz y difícil de desmontar por su simplicidad. En el mundo organizacional, “mi empresa es la buena”, y ellos son los malos.
    Donald Trump, como presentador de un programa de televisión, hablaba de que en la vida sólo se puede ser una de estas dos cosas: ganadores o perdedores.
    Ejemplos de individualismo, que combaten la empatía: Sindicatos Unipersonales; nuevas generaciones de derechos humanos (derechos a la propiedad); el pobre, parado, es responsable de su situación, independientemente del contexto.
  • Chivos expiatorios. Etiquetaje de personas o colectivos que cuestionan ese marco imperante.

¿Cómo responder ante este desafío?

Cabe hacer algo. Siguiendo a Naomi Klein:

  • Preguntarnos a quién beneficia el miedo. ¿Quién está detrás?
  • El miedo tiene un efecto de saturación. Nos cansamos de tener miedo, aunque tarda.
  • Tener un plan de acción. Encontrar un sentido y cómo enfrentarse a ello.
  • Activar emociones contrarias al miedo: empatía, alegría… Cortocircuitan el mecanismo de funcionamiento del miedo.
  • Enfrentarse al miedo cara a cara, al igual que se enfrentan las fobias.

¿Cómo combatir el miedo organizacional, el que se da en organizaciones tóxicas?

Saber a quién beneficia, establecer un plan de acción y alentar emociones positivas.

Ejemplos de acciones para combatir el miedo: estudios sobre el precariado en el mercado laboral, donde el miedo a perder el trabajo es muy potente; la propagación de rumores que estimulan el miedo.

Para terminar, Eduardo Galeano. Su poema El miedo global

 

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.

Y los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.

Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.

Los automovilistas tienen miedo a caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.

La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.

Los civiles tienen miedo a los militares. Los militares tienen miedo a la falta de armas.

Las armas tienen miedo a la falta de guerra.

Es el tiempo del miedo.

Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.

Miedo a los ladrones y miedo a la policía.

Miedo a la puerta sin cerradura.

Al tiempo sin relojes.

Al niño sin televisión.

Miedo a la noche sin pastillas para dormir y a la mañana sin pastillas para despertar.

Miedo a la soledad y miedo a la multitud.

Miedo a lo que fue.

Miedo a lo que será.

Miedo de morir.

Miedo de vivir.

 

 

Equipo VIRADA. Ander, Itzi, Celso, Begoña y David.

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