De sus 30 años de historia apenas he disfrutado un lustro desde que el equipo de Algalia confío en mí para hacerme cargo de la comunicación corporativa, pero, en este tiempo, he tenido la suerte de ver cómo Algalia ha ido ganando solidez y reconocimiento en su sector. Y si algo se ha demostrado desde entonces, es que esa solidez no solo se construye con el trabajo bien hecho, sino también con la capacidad de contarlo.
La economía social tiene un valor incalculable, pero a veces le cuesta hacerse visible. Estamos acostumbrados a centrarnos en el servicio, en el cuidado de las personas y en la misión social que nos mueve, y dejamos en segundo plano la manera de comunicarlo. Sin embargo, la visibilidad no es un adorno: es una necesidad. Es lo que permite que quienes podrían beneficiarse de lo que hacemos lleguen a conocernos, y que las administraciones nos reconozcan como un actor clave.
Comunicar es también cuidar: a los clientes, que encuentran en nosotros una respuesta a sus necesidades; a las entidades, que nos conocen mejor y confían en nuestro trabajo; al equipo, que se siente orgulloso de pertenecer a un proyecto que impacta positivamente en tantas vidas.; y a la sociedad, que reconoce en Algalia una forma distinta de hacer empresa.
En estos últimos años he visto cómo Algalia ha dado un salto enorme en este sentido. No se trata solo de tener una web actualizada o de publicar en redes sociales. Se trata de proyectar hacia afuera lo que somos dentro: una cooperativa que apuesta por la innovación, por la calidad en los servicios y por las personas como motor de todo. La comunicación nos ha permitido abrir puertas a nuevas oportunidades, generar confianza en nuestros clientes, reforzar alianzas y, sobre todo, conectar con la comunidad.
Hacer visible a Algalia significa también reforzar la visibilidad de la economía social. Porque cada historia que contamos —de un proyecto, de un servicio, de una persona— es un recordatorio de que existen otras formas de hacer empresa, más justas y sostenibles. En un mundo donde la competencia es feroz y la atención es limitada, cuidar la comunicación no es un lujo: es una herramienta estratégica para seguir creciendo sin perder nuestra esencia.
Hoy, en este 30 aniversario, toca felicitar a quienes han hecho posible que Algalia llegue hasta aquí. Pero también toca mirar hacia adelante con el compromiso de seguir transmitiendo mejor, con autenticidad y cercanía, para que la sociedad vea y valore lo que llevamos haciendo desde 1995: poner siempre a las personas en el centro.
Mireia Suárez, responsable de Comunicación de Algalia.