Carmen López, de FEGEREC: “VIRADA Liderazgo me ha permitido llegar a VIRADA Equipos con otra mirada”  

FEGEREC, una entidad social que contribuye al conocimiento de las enfermedades raras, su prevención, tratamiento y el cuidado de las personas que las padecen en Galicia, participó en la quinta edición de VIRADA Equipos, con 5 personas en los talleres y 4 más en las sesiones de coaching.

Carmen López, la directora de FEGEREC, ya había participado en ediciones anteriores de VIRADA Liderazgo e invitó, en esta ocasión, a su equipo técnico, a desarrollar sus competencias en VIRADA Equipos.

 

1- Carmen, has participado en VIRADA Liderado y también, con tu equipo profesional de FEGEREC, en VIRADA Equipos. ¿Qué diferencias han tenido esos dos itinerarios de aprendizaje?

Bajo mi punto de vista, ambos itinerarios son complementarios. VIRADA Liderazgo me ha permitido llegar a VIRADA Equipos con otra mirada, resultándome difícil en este momento pensar en ambos de manera independiente.

Creo que sería una oportunidad de mejora que todos los miembros del equipo pasaran por ambos itinerarios, sobre todo por el de Liderazgo, pues todas conformamos la tripulación de FEGEREC. Compartimos y abrimos nuevas rutas, buscamos el viento más favorable y, en algún momento, lideramos o colideramos este velero.

VIRADA Liderazgo supone casi un desnudarse, una mirada y escucha hacia dentro, bajo la mirada y la escucha de otras personas que inicialmente desconoces pero que, conforme avanza el programa, acabas compartiendo con ellos esa mirada, esa escucha y muchas más cosas, con respeto y con calidez.

Uno se siente en una posición más libre a la hora de participar y compartir, bien desde la 1ª línea, la 2ª, la 3ª… o pasar totalmente desapercibida.

Es un avanzar desde uno mismo, desde dentro hacia fuera, tomado conciencia de cómo nuestra manera de sentir, pensar, actuar, comunicar y escuchar la proyectamos en el desarrollo de nuestro propio trabajo y en el del equipo, impactando a su vez en la organización, para lo bueno y para lo no tan bueno.

Es un baño de contenidos, personas, emociones, conocimiento, experiencias, donde poco a poco vas perdiendo el miedo o la inseguridad que conlleva la exposición, respetándonos, aceptándonos y dándonos oportunidades de cara a una posible mejora, o simplemente, aceptando más saludablemente lo que hay.

Es un programa mucho más emocional y, por momentos, su intensidad resulta difícil de manejar. Deja una mayor huella de cara a tu desarrollo profesional y personal.

En términos náuticos, sería participar en una travesía determinada con un velero prestado, pero que lo tengo que sentir como propio, donde el rival es uno mismo, donde debo revisar la embarcación, prepararla adecuadamente, y disponer de una buena caja de herramientas, buscar el viento más favorable y saber cuándo debo aflojar o tensar las velas, y buscando si es posible el disfrute de la travesía.

VIRADA Equipos resulta menos intenso a nivel emocional, pero no por ello menos productivo. Aquí iríamos de lo grupal a lo individual y viceversa. Sufrí mucho menos, y sí más protegida por el equipo. Es como jugar en casa. Lo disfruté mucho y me reí mucho más. A la hora de intervenir tienes más presente a tus compañeros de equipo.

Me ha dado un chute de energía, de confianza de cara al futuro en el equipo, de disfrute. Ha sido una oportunidad para conocerlos mejor y que me conozcan, sus roles, y ver claramente como el trabajo de cada persona se complementa y favorece de forma bidireccional al de los demás.

En términos náuticos, sería participar en varias regatas, entrenándonos para contar con una tripulación bien preparada, bien distribuida, donde todos debemos conocernos y confiar en la embarcación que compartimos, buscando el viento favorable juntas, sabiendo dónde debemos estar en cada momento y las rutas más adecuadas para alcanzar las metas propuestas, a pesar de las tormentas que surjan en la travesía.

 

2- ¿Qué te ha aportado a ti, a tu equipo y a tu organización, la participación en estos dos programas?

Ha supuesto una oportunidad de conocernos mejor y adquirir competencias personales, interpersonales, como equipo y como organización, para crecer como personas, como profesionales y como organización.

Soy más consciente de las aportaciones de VIRADA una vez que finaliza esta experiencia formativa, en el día a día y tras el paso del tiempo. Ha sido una oportunidad personal, profesional, de equipo y de organización. Me ha ayudado a conocer y conocerme, a identificar competencias, debilidades, conflictos, liderazgos y utilizarlos a favor del viento.

Como Equipo, nos ha permitido:

  • Identificar debilidades, fortalezas del equipo y de cada uno de sus miembros, así como conocer mejor sus competencias, sus preferencias y, con todo ello, crear oportunidades de mejora a nivel profesional, de equipo y como entidad.
  • La relevancia de cuidar y cuidarse en el ámbito laboral.
  • Mejorar la capacidad de tomar decisiones y responsabilidades individuales y compartidas. Tener una fotografía más real del perfil del equipo, de cómo desarrollamos nuestra actividad profesional, cómo nos relacionamos, cómo nos comunicamos, cómo sufrimos y cómo disfrutamos.
  • Darnos cuenta de que llevamos años esprintando, centrados en la tarea y los resultados, pasando de puntillas el disfrute de las etapas alcanzadas y de los resultados. Ser conscientes del riesgo que esto supone a nivel personal, de equipo y para la organización.
  • Lo importante que es pararnos a compartir, comentar, expresar sobre nuestro equipo, de conocer las diferentes visiones de sus integrantes, creando un espacio que dé lugar al fortalecimiento y refuerzo del mismo.

Te haces más consciente del esfuerzo e implicación de las personas del equipo con la entidad, cada una en su ámbito.

Como FEGEREC hemos sido conscientes de la necesidad de detenernos de cara a replantearnos dónde estamos, a dónde debemos llegar, las nuevas metas a alcanzar, el qué, el cómo, el para qué, el para quién, el por qué y con quién. De poner un techo de cara a nuestra actividad asistencial.

Hemos sentido la necesidad de reflexionar sobre la adquisición de una nueva embarcación, decidir su tamaño, reajustar su tripulación, disponer de buenas velas y de motor, y contar con una buena caja de herramientas y al alcance de toda la tripulación.

Adquirimos competencias a través de las personas que conforman el equipo, de cara a que Fegerec continúe siendo más que la suma de sus partes, un equipo de esfuerzo, un equipo de equipos, formado por personas comprometidas, ilusionadas, y en busca constante de mejoras.

En el ámbito individual ha supuesto identificar capacidades y aceptar limitaciones, adquirir nuevas competencias personales y profesionales y a disfrutar más de las diferentes etapas del camino.

Me he dado cuenta del qué y el cómo actúo o no actúo, digo o no digo, siento o no siento, miro o no miro… como todo ello puede favorecer o limitar a otros miembros del equipo, y su impacto en este y la entidad. Ha habido una aceptación más saludable y constructiva de la crítica, de los posibles errores o dificultades, y me ha aportado más seguridad en mí misma.

Con el programa entendí la importancia del equipo en el liderazgo, los beneficios y la necesidad del coliderazgo. La mejora de la confianza en el equipo y la ampliación de la red de relaciones, además de aceptar la delegación de tareas y responsabilidades para sentirme más ligera de equipaje.

 

3- ¿Qué reticencias, temores o dificultades crees que han de superar, tanto personas como equipos, para abrirse a este tipo de propuestas de desarrollo?

La exposición ante terceros puede llegar a ser molesta sino se gestiona adecuadamente dentro del grupo formativo. En VIRADA Equipos, a veces resulta difícil asumir y escuchar la crítica en las sesiones grupales por parte de miembros del mismo equipo, pero hay que verla como una oportunidad de mejora. Inicialmente puede generar cierta angustia el repensar, rebuscar y poner todo patas arriba, para finalmente conseguir reordenarte, encontrarte y encontrarnos.

En nuestra experiencia en VIRADA Equipos echamos de menos el guiarnos para dar un valor más operativo y práctico a los informes Belbin dentro de la organización y el equipo.

Quizás las sesiones de coaching de equipo deberían ser menos lineales… No conseguimos la implicación de todo equipo en las propuestas planteadas.

 

4- ¿Qué se tiene que dar para que sea el momento oportuno para participar en estas dos propuestas?

Es el momento oportuno si lo que queremos no es sólo mantener nuestra embarcación a flote, sino descubrir nuevas rutas, preparar adecuadamente a la tripulación, cuidarla y disfrutar de la travesía, sin perder el rumbo.

A veces el momento surge cuando debemos navegar con poco viento o con viento fuerte, o con viento en contra o porque debemos encontrar el rumbo, o porque nuestra embarcación necesita reparaciones y la tripulación necesita apoyo, o simplemente porque debemos aflojar las velas, o tensarlas en su justa medida, o resguardarnos de la tormenta.

Creo que el momento puede ser cualquiera. Las entidades, al igual que los veleros, necesitan estar constantemente a punto en su gobierno, en su dirección, en su funcionamiento. Todos debemos contribuir a mantener la embarcación, cocreando y compartiendo un mismo rumbo, buscando el viento y la corriente más favorable desde cada posición.

 

5- ¿Hay algo que quieras compartir para animar a emprender este camino a otras personas, a otros equipos, a otras organizaciones?

El Programa VIRADA nos ayuda a obtener una fotografía más real, más reconocible de uno mismo, del equipo del que una forma parte y de la entidad, aprendiendo a identificar y aceptar competencias, fortaleza, debilidades, limitaciones, necesidades, oportunidades. Con todo ello, cocrear un espacio de entrenamiento idóneo para aceptar y afrontar retoques de cara a crecer y avanzar en el camino. Disfrutando todo lo que sea posible del mismo.

Te ayuda a prepararte y preparar una tripulación más competente, más eficaz, más segura, más ilusionada y comprometida con la causa, identificando dónde debemos estar en cada momento en nuestra embarcación, aportando y compartiendo claves para navegar ante condiciones adversas.

Es un buen entrenamiento para regatistas, cuando la embarcación y su tripulación llega al punto que necesita prepararse para navegar por debajo de los 8 y por encima de los 20 nudos de viento, pues esto nos facilitaría avanzar de cara a nuestras metas. En las organizaciones pocas veces navegamos en una zona confort.

Te ayuda a identificarte e identificar a la tripulación, a reconocer y optimizar los recursos personales, identificar sus fortalezas, sus debilidades y tenerlas en cuenta a la hora de asentar sobre ellas una organización más competente y segura.

Nos ayuda a controlar el arte de la navegación en nuestras entidades, avanzando hacia nuestro destino, aunque no tengamos viento, aunque no tengamos motor, a veces en línea recta, con el viento a favor, y otras zigzagueando.

Nos ayuda a valorar que tan importante como el camino son las etapas por recorrer, y que en equipo es más fácil y sostenible coger un rumbo facilitador y no ir a la deriva.