Debí ser una de las primeras “clientas” de Algalia, cuando desde el Colectivo Gallego del Menor confiamos en un grupo de jóvenes que sabían lo que teníamos que hacer para gestionar bien la Asociación y que, además, me enseñarían a aplicar ese rigor y esa visión de “sector” a lo largo de toda mi vida profesional.
Así que, cuando me incorporé a Algalia para sacar adelante un novedoso proyecto, impulsado por la Obra Social de la Caixa Galicia de aquella época, me sentí en casa: ya compartíamos valores, metodología y visión. No había más que sumar esfuerzos.
Socialia.org, en los inicios de la comunicación digital, ofrecía un espacio virtual de confluencia para las entidades del Tercer Sector. Con mi compañera Elisa, “escudriñábamos” revistas y periódicos en papel, boletines que llegaban por correo electrónico, las primeras RSS con palabras clave para el sector, carteles y anuncios que podía encontrar en cualquier lugar… para seleccionar el contenido que podía ser de interés para las entidades sociales gallegas y ponerlo a su servicio a través de un espacio web. Pensar hoy en partir del analógico para convertirlo en digital parece una broma, como de otro siglo, pero es lo que teníamos en aquel momento, y no era poco…
Noticias de las Administraciones Públicas que afectaban a las entidades, convocatorias de financiación públicas y privadas, formación, novedades legislativas, proyectos pioneros que podían servir de inspiración, jornadas, personas clave… El conocimiento que Algalia tenía del sector y el respeto con el que se trataba cualquier iniciativa, por grande o pequeña que fuera, hicieron de Socialia.org un referente. Y la confianza que la Obra Social tenía en nosotros era total.
Tengo un especial recuerdo durante el hundimiento del Prestige, cuando la acción solidaria estaba desorganizada y segmentada en los primeros días del desastre: ofrecíamos información actualizada obtenida por radio, llamadas telefónicas… de puntos de encuentro para el voluntariado o necesidades de las entidades que estaban dispuestas a organizar limpiezas. Reaccionamos rápido y bien, prestando servicio, sin otros intereses.
Pero Socialia traspasaba las pantallas. En aquellos años participamos en varias jornadas de asociacionismo y voluntariado de la Universidad de Vigo (Algalia también rondaba por allí), en la formación de voluntariado que organizaba la administración autonómica por toda Galicia, en las exposiciones sobre temática solidaria que Caixa Galicia llevaba a las calles como “Solidarízate” o “Viradeiras” (con puestas en escena innovadoras y contenidos sociales para toda la ciudadanía).
Socialia no desapareció porque dejara de ser necesaria o interesante. La evolución del sistema bancario y de las obras sociales tuvo sus efectos colaterales…
Algalia siempre tuvo “conciencia de tercer sector”, de participación social, de construcción colectiva de la vida. Y este proyecto fue una aportación más en la que agradezco haber participado. Celebro también haberme encontrado con vosotros desde los inicios, haber aprendido con vosotros y sentirme parte de este bienquerido sector juntos.
Maite Serra, coordinadora de la Fundación Secretariado Gitano en A Coruña