Los fundadores de Alento, en su 25 aniversario.
Alento, asociación de daño cerebral, es una entidad que nació de la inquietud de unos jóvenes relacionados con el tercer sector que veían en las familias la necesidad de ser escuchadas. Este año cumplen cinco lustros de actividad y su ciudad les ha reconocido como entidad Viguesa Distinguida. Hoy recordamos sus inicios y próximos retos en una conversación con uno de sus fundadores y actual director gerente, Gonzalo Mira.
- ¿A qué se dedica Alento?
Alento se constituyó el 24 de mayo del año 2000 como una asociación sin ánimo de lucro de apoyo a las personas afectadas por un daño cerebral adquirido. Surgió tras un trabajo previo con familias que estaban sufriendo las consecuencias de un daño cerebral. En esta iniciativa estábamos implicados un grupo de profesionales en lo social, Chus, Pili, Rocío, Rafa, Celso y yo, Nuestra idea inicial era que las propias familias lideraran el proyecto, pero con el tiempo entendimos que lo que realmente necesitaban eran soluciones, no verse envueltas en un proceso complejo de papeleo y organización.
Hubo una familia que marcó la diferencia: Mari, presidenta de Alento y Manolo, su marido y padres de Jony, que con 16 años sufrió traumatismo craneoencefálico grave en un accidente de tráfico. Ellos fueron la mecha para que se constituyera Alento, ese “folio en blanco” con más preguntas que respuestas, se transformó en un proyecto con alma y propósito. Sin ellos, quizás todo se habría quedado en una buena intención sin recorrido.
Hoy, 25 años después y tras mucho esfuerzo colectivo, Alento es una entidad de referencia en Galicia y a nivel nacional en la atención al daño cerebral.
- ¿Cómo fue su trayectoria profesional dentro de Alento?
Como dice la canción “pasaba por allí”, En aquel entonces yo ya trabajaba en el ámbito de la discapacidad y participaba en diferentes proyectos sociales En el año 2000 trabajaba en Aspanaex en Vigo, y compartía el proyecto de Alento con algunas personas que conocí años antes. Nuestra intención nunca fue fundar la asociación, sino apoyar técnicamente a las familias para que ellas liderasen el proyecto.
Pero en ese proceso inicial se vio la necesidad de profesionalizar la gestión. La junta directiva me propuso asumir la dirección para impulsar el crecimiento de la entidad. En aquel momento el presupuesto era mínimo, no había plantilla y yo dejé un trabajo estable que me encantaba para lanzarme a esta aventura, me impliqué al 100% sin saber si podría cobrar o cuánto tiempo duraría.
Fue empezar de cero. No había manual ni modelo, era un papel en blanco, pero sabiendo que era un proyecto viable y que estaba muy bien acompañado, la necesidad era tan acuciante que tenía que salir bien sí o sí. Nadie hablaba entonces de daño cerebral en población adulta. Hicimos una labor muy intensa de sensibilización, especialmente con la Administración, para visibilizar la magnitud del problema.
- ¿Cuál fue el hito más significativo logrado como entidad en estos 25 años?
Sin duda, haber llegado hasta aquí, 25 años después, siendo capaces de dar una respuesta real a las necesidades de tantas personas y familias. Hoy trabajamos 73 profesionales en Alento, con un enfoque muy centrado en la persona más allá de la discapacidad. Atendemos a 110 personas cada día, entre centro de día y residencia, y miramos al futuro con solidez técnica y compromiso.
- Reconocidos recientemente como Vigueses Distinguidos 2025 por el Concello de Vigo: ¿Qué supone para Alento ser una entidad de referencia en el tercer sector en Vigo y alrededores?
Es un reconocimiento que sentimos como un agradecimiento mutuo entre la ciudad y nuestra entidad. A lo largo de estos años, hemos sentido el respaldo de las familias, de las personas afectadas, vecinos y vecinas y de la propia Administración. Nos emociona porque, detrás de este premio, está la historia de muchas personas afectadas por un daño cerebral, que luchan cada día por superarse, aprender, relacionarse, vivir. Historias de esfuerzo y dignidad que ahora también la ciudad las valora y las reconoce como propias.
- ¿Alguna de estas historias que te vengan a la cabeza?
Uf, muchas. Todas tienen un elemento común: personas que sufrieron un ictus o traumatismo craneoencefálico y que su vida se ha puesto patas arriba, personas que pasan de ser cuidadoras a tener que ser cuidadas, que no pueden volver a su trabajo, personas que aun sufriendo una discapacidad que les hace dependientes, pero que aun así encuentran bienestar, y valoran profundamente el espacio humano que encuentran en Alento.
Al final nuestra misión cuando nos constituimos era esa: mejorar la calidad de vida de las personas que sufren un daño cerebral. Ver a personas que han pasado por un proceso muy duro y han salido de ahí con el apoyo que reciben aquí, es ver cumplido nuestro objetivo como organización.
- Algalia celebra 30 años con Alento en su cartera de clientes desde su fundación. ¿Qué aporta Algalia a entidades como Alento en su actividad diaria?
Más que como organización, nos acompañan las personas que forman Algalia desde mucho antes de fundar Alento, porque ya éramos compañeros y amigos en otros proyectos, como Celso – también socio fundador de Alento-, Ángel, Jorge, Rafa, Tuco, Xose Antón, Suso…Éramos personas comprometidas a nivel social y que compartíamos experiencias e inquietudes y que unos fundaron Algalia, otros Alento, u otros proyectos sociales como Arela. Seguimos juntos en proyectos muy relevantes.
Hoy en día Algalia es un soporte técnico muy importante, sobre todo en la toma de decisiones, a la hora de planificar la estrategia de la entidad, en la búsqueda constante de mejoras para acercarnos a nuestra misión. Ahí está Algalia, en la construcción de un proyecto que sea capaz de dar respuesta a las personas y a sus necesidades.
Algalia, las personas que la componen, son compañeras de viaje de los que dejan huella. Haber compartido mil conversaciones de las que han salido muy buenas decisiones, y que han permitido que en estos 25 años Alento sea lo que es actualmente. Con la visión clarísima de futuro de seguir trabajando juntos.
- ¿Cuáles son los valores más destacados de Algalia o con los que Alento más se identifica?
El compromiso hacia las personas. El apoyo del bueno: con profesionalidad, rigor, cercanía, ética, con decisiones compartidas en base a valores Es fundamental cuidar a las personas y especialmente a las que cuidan.
Para quienes tenemos responsabilidades, es clave poder contar con profesionales de confianza, que nos apoyen no solo técnicamente, sino también en lo humano, con cercanía y sensibilidad. Eso es lo que hemos encontrado en Algalia todos estos años.
- ¿Qué retos afronta Alento para los próximos 25 años?
Tenemos desafíos en dos niveles: cantidad y calidad. Por un lado, debemos llegar a más personas y territorios. Vigo ya está consolidado, pero queremos extender servicios a Pontevedra y otras zonas de la provincia.
Por otro, debemos seguir profundizando en la calidad. Queremos seguir ofreciendo una atención centrada en la persona, cuidando a quienes acompañamos y cuidándonos también como equipo. Ese equilibrio será clave para poder crecer sin perder nuestra esencia.